Del puente a la sentina


Capítulo 51

Huelebraguetas y estudios reputacionales


Las malas lenguas dicen que el dosier que circulaba por la eléctrica en contra de su ejecutivo lo elaboró la propia empresa. Se rumoreó, incluso, que el tipo había estado en tratos conmigo por su cuenta y que yo le habría facilitado un informe que él habría depositado ante un notario para cubrirse las espaldas frente a no sé muy bien qué acciones contra él por parte de la eléctrica. Ese informe estaría lleno de falsedades. Ya me dirá su señoría para qué iba yo a redactar tal informe, si la empresa contra la que iba dirigido me estaba pagando hasta 17 facturas bastante abultadas, usted mismo, señoría, lo ha dicho. Y ya se pasa de retorcido pensar que la empresa me hubiera pagado para introducir todas esas falsedades que se dice que contiene el informe para intoxicar al ejecutivo que me lo había encargado. También dicen que en la propia intranet de la compañía llegaron a circular una serie de escritos "desenmascarando" a ese infeliz. En esos panfletos, por lo visto, figuraba una relación de todas las propiedades del interfecto. Solo hay que sumar dos más dos para inferir que a quien se atribuía la investigación de la existencia de esas propiedades no era otro que quien está declarando ante su señoría.

También se me acusa de haber investigado al presidente de otra compañía competidora para conseguir información comprometedora sobre él y así poder presionarlo. Eso es competencia desleal y es caer de lleno en la guerra de dosieres de tanta y tan fecunda tradición en este país. Vamos, que es lo que han hecho todos los huelebraguetas que en el mundo de la investigación han sido. Perdone su señoría que me ponga un poco teórico, pero así entenderá mejor mi postura al respecto. No es lo mismo elaborar un dosier, que proporcionar información al marido o la mujer que sospecha que le están poniendo los cuernos y que quiere saber qué hay de verdad en ello. Y yo entiendo que quien quiera esa información busque a un detective que se la proporcione. Aunque yo creo que la razón más poderosa para seguir con una persona o dejarla es algo que tiene que ver con los sentimientos que esa persona despierta en ti y no de sus prácticas sexuales fuera del nido. Dicho esto, he de añadir que yo nunca he sido un huelebraguetas, señoría. Otra cosa son los estudios reputacionales serios que yo mismo he hecho, según he admitido ante su señoría. Averiguar si un futuro socio es de fiar o guarda pufos en el armario me parece totalmente lícito.

Publicado el 21 de agosto de 2022.


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