Del puente a la sentina


Capítulo 46

Buen olfato


Ante mí, señoría, la examante del emérito siempre sostuvo que efectivamente acariciaron planes de vivir juntos y que todos aquellos apartamentos en Londres y en los Alpes se habían adquirido con esa finalidad de tener confortables niditos de amor bien situados y con vistas. Por cierto, durante algún tiempo hubo una vivienda en Londres por la que luego un morito anónimo pagó 50 millones, de los que se ha perdido la pista. Según me contó ella, el piso estaba a nombre de un príncipe de una monarquía del Golfo. Al parecer, le habían propuesto a la señora -que vivió en ese piso durante algún tiempo- que lo pusiera a su nombre. Ella se había negado porque no podía justificar su compra y sabía que las autoridades del Reino Unido, que ya la tenían bajo su punto de mira, la pondrían en dificultades. En una de las varias reuniones que tuve con ella, además de todas esas cosas, me contó que un primo del emérito le pagaba vuelos en aviones privados desde una fundación opaca, para que él no figurara en ningún momento en el contrato. Se hace difícil creer que fuera en serio ese proyecto de vida en común que ella me contó, visto el desapego que mostraba con relación a su antiguo amante, al que dejaba en evidencia con todas las confesiones que me hizo. En mi grabación de esa conversación en Londres bien a las claras queda que siente desprecio por él. Lo que no deja en muy buen lugar a ninguno de los dos. Todo el mundo dice que lo que precipitó su ruptura como pareja fue aquel desgraciado accidente en un hotel de un país africano que saltó a la opinión pública porque hubo que repatriar de urgencia al ilustre y no se pudo ocultar ni qué hacía allí ni con quién estaba. Personalmente lo dudo, señoría. Yo creo que ella nunca tuvo planes reales de convivir con él. Porque, si no, no se explicaría que todo se fuera al traste al hacerse pública su relación. Coincidirá conmigo en que ella era la más interesada en mantenerla en secreto. Bueno, en semisecreto, que por Europa adelante bien sabían la historia de los dos amantes. Y, hasta donde yo sé, a ella le venía muy bien estar cerca de él para hacer contactos al más alto nivel y obtener las ganancias que tenía, que no todo el dinero provenía de él, que buenas mordidas sacaba ella en sus intermediaciones. Porque para eso sí que tiene muy buen olfato.

Publicado el 16 de agosto de 2022.


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