Del puente a la sentina


Capítulo 25

El cura trabucaire


No, señoría, no, le repito que yo no tuve nada que ver con la pintoresca idea de meter a un falso cura armado con una pistola en el domicilio de Troncoso. A mí no se me ocurren ideas tan peregrinas. Así le fue. La cosa fue bien chusca. Se publicó que el hijo de Troncoso se liberó de las torpes ataduras y redujo sin ninguna dificultad al asaltante. También sé que algunos, rizando el rizo, aseguran que la astracanada del cura fue un montaje aposta para que entraran montones de policías en la casa y que, con el pretexto de la detención del asaltante, pudieran rebuscar y hacerse con la documentación que pudiera tener Troncoso en su casa. Y, naturalmente, la invasión de la casa de Troncoso estaría a cargo de policías a mis órdenes. Más fantasías, señoría. ¿De qué forma podía haber sido yo el que eligiera a los policías que se iban a hacer cargo del secuestro de la familia de Troncoso? De verdad se me suponen más poderes de los que realmente tengo.

Sí, señoría, eso sí. Es cierto que yo sabía de antiguo que había gente que quería trincar a Troncoso. Bueno, a Troncoso, al yernísimo de El Escorial, al asturiano y a algún otro de los peces gordos. No, yo por entonces no sabía de los líos en los que estaba metido Troncoso. Si lo hubiera sabido, mi obligación como funcionario de policía en activo sería denunciarlo. Pero yo solo sabía que el principal encausado en el caso Belt quería llegar a algún acuerdo con el fiscal y estaba dudando en aquel momento si cantar la Traviata para chupar menos trena, que luego menuda rebaja, que le cayeron 51 años. La fiscalía era la que tenía interés en que yo proporcionara información sobre Troncoso y los otros. Pero también recibí un encargo del partido para tenerlo controlado y, de hecho, le puse un abogado de mi confianza y gracias a eso supe algunas cosillas. Pero no vienen al caso porque todo eso ya está juzgado y sentenciado, no se lo descubro yo.

Sí, señoría, ya sé que es usted quien decide lo que viene y lo que no viene a cuento. Pero si el caso Belt está ya juzgado, yo también lo tengo archivado y, por tanto, borrado de mis recuerdos. Por eso no tengo nada que añadir al respecto.

Publicado el 26 de julio de 2022.


Volver a página anterior