Sí, señoría, se me acusa de haber usado bases de datos policiales para mis operaciones privadas y culpan a algunos de mis excompañeros de haberme facilitado acceso a esas bases. Dígame su señoría si un buen policía puede dejar de facilitar su trabajo a quien trata de proteger a un ciudadano relevante como el banquero Garzo de un sicario albanokosovar que puede acabar llevándoselo por delante. ¿Sería mejor acaso para el erario público que la policía se encargara de proteger a ese ciudadano? ¿No saldría mucho más caro para el Estado tener que dedicar varios agentes a tiempo completo en turnos de veinticuatro horas y con medios apropiados para cumplir su misión ante individuos tan bien entrenados y pertrechados como los albanokosovares? Y no entremos en consideraciones de otro tipo, como la efectividad. Me gustaría contarle una anécdota al respecto a su señoría.
Dos hombres de mar de la misma promoción para sacarse el título de patrón habían acabado, cosas de la vida, uno patroneando una lancha rápida del Servicio de Vigilancia Aduanera y el otro trasportando droga en planeadoras con no sé cuántos potentísimos motores fueraborda en la popa. Un día la lancha rápida de Vigilancia emprendió la persecución de una de esas planeadoras en una zona muy accidentada y con bajíos traicioneros que había que sortear. El de la planeadora era un piloto consumado y arriesgando mucho consiguió darle esquinazo al de la fiscal. Pasados unos días los dos patrones colegas de estudios coincidieron tomando una caña en un bar del pueblo. Se saludaron como los dos viejos conocidos que eran y tras las preguntas de rigor por la familia, el de la fiscal le dijo al compañero:
-El otro día perseguí a un tipo en una planeadora y el cabrón se me escapó a toda leche en los bajíos de la ría de Aldán.
-Hay que conocer bien la zona para arriesgar ahí.
-El que me la jugó tenía que conocerla bien, sí. Y ser un patrón con mejillones en los huevos, como tú y como yo.
-Claro, claro. El que te dio esquinazo se la estaba jugando por una cantidad que lo mismo multiplica por más de cincuenta tu sueldo de funcionario de un mes. Mejillones donde tú dices, los dos igual. Pero a lo mejor le echa más huevos el que más se juega.
Publicado el 13 de julio de 2022.
|