Diario apócrifo


Capítulo 15

Los otros


Veo yo mismo que estoy pasando revista a los presidentes con los que tuve trato. Hoy traeré a este diario a Zapatero y a Rajoy, porque prácticamente me ignoraron los dos. Al menos con los que los precedieron había comunicación. La tuve fluida, en general, con Felipe, y bronca con Aznar. Pero Zapatero y Rajoy es que gobernaban como si yo no existiera. En el caso de Zapatero, yo creo que ni llegó realmente a enterarse de lo que suponía presidir el Gobierno de España. Todavía recuerdo con espanto cuando, al poco de estar en la Moncloa, contó a un periodista que le había dicho a su mujer: “Mira Sonsoles, ser presidente del Gobierno es lo más fácil que hay, cualquier español podría hacerlo perfectamente”. Está claro que no se había enterado de nada. Y yo diría que casi siguió así hasta el final. Como era republicano, me parece que no sabía cómo tratar conmigo. Para él había un rey y, aunque no hacía nada para que no lo hubiera, tampoco quería tenerlo cerca.

Con Rajoy fue con el que tuve menos trato, tan solo tres años. El tipo había hecho una larga carrera en la administración y desde luego se las sabía todas. Era inteligente y sobre todo muy astuto, hacía bueno el tópico del gallego que no se sabe si sube o si baja. No le gustaba que nadie estuviera al tanto de sus intenciones, por supuesto yo incluido. Dejaba mucha cancha a sus subordinados, que le hacían el trabajo, pero al final se hacía siempre lo que a él le parecía bien. Ya digo, apenas nos tratamos y nunca tuvimos una conversación franca. Me pilló en la época en la que la prensa ya había abierto la veda contra mí y estoy seguro de que Mariano jamás movió un dedo a mi favor. Le ponía sordina a todo lo que le sonara a enfrentamiento, porque ese era su talante personal, y si alguna vez me echó algún capote no fue con la intención de favorecerme, sino de evitarse conflictos. Era alérgico a los conflictos.

Publicado el 15 de julio de 2023.


Volver a página anterior